Mannequin Challenge en el huerto ;)
HUERTO DEL MIGUEL CATALÁN
lunes, 12 de diciembre de 2016
viernes, 23 de septiembre de 2016
viernes, 13 de mayo de 2016
Hoy, dia 13 de Mayo del 2016
Hoy hemos enseñado a nuestros queridos mayores como usar el blog para poder añadir entradas. Nos hemos divertido y nos ha gustado mucho esta experiencia.
martes, 10 de mayo de 2016
Desbrozando la selva
LOS COMIENZOS DEL HUERTO EL CURSO PASADO - DESBROZANDO LA SELVA
Lo que tuvimos que trabajar para iniciar el huerto, aquí lo podéis suponer
Lo que tuvimos que trabajar para iniciar el huerto, aquí lo podéis suponer
domingo, 8 de mayo de 2016
MEMORIA HISTORICA DE UN HIJO DE EMIGRANTE EN ESPAÑA : 1950-1979
MEMORIA HISTORICA DE UN HIJO DE EMIGRANTE EN ESPAÑA : 1950-1979
Mis 4 hermanos y todos mis ascendientes, que yo haya sabido somos nacidos en el pueblo de Peñalsordo provincia de Badajoz, en la rivera del actual embalse de la Serena. Mi padre con el sueldo de jornalero unido a una pequeña actividad agrícola y ganadera, no podía mantener a una familia de 7 personas, los abuelos tampoco podían ayudar ya que procedían también de familias numerosas, ante esta situación el año 1955 mi padre emigró a Madrid sólo y enviaba regularmente ayuda para mantener a la familia, pero pasado poco más de un año mi padre planteó a mi madre que debía unirse a él toda la familia, para estar todos juntos en Madrid, el intuía que todos íbamos a tener mejor futuro en Madrid, así es que en el Otoño de 1956 fuimos toda la familia a Madrid, yo tenía 6 años. Llegamos al barrio de Vallecas, donde nos asentamos junto a otros emigrantes muchos de ellos extremeños como mi familia, pasamos 2 años duros viviendo en una infravivienda, mis padres vieron futuro en Madrid, vendieron la casa del pueblo que sirvió para dar la entrada de un piso, al que nos mudamos a vivir en el año 1958. En la familia trabajaban casi todos desde pequeños, para poder salir adelante y pagar las letras del piso (la hipoteca). Yo trabajaba los veranos, con 11 años tuve mi primer “trabajo”, que era de botones en la cafetería Rato en la calle Velazquez, abría y cerraba las puertas de la cafetería y los taxis, a los clientes, mi sueldo eran las propinas de los clientes, pero yo no me sentía explotado, los compañerxs me trataban muy bien, eran muy cariñosos conmigo. En general a pesar de las penurias mi infancia fue feliz, tenía muchos amigos y jugábamos mucho en la calle, la cual estaba llena de barro, recuerdo los juegos del escondite, churro media manga y manga entera, la peonza, las bolas, las chapas, la lima, el pasacalles,… Recuerdo las clases en el colegio nacional, con la mayoría de maestros muy involucrados a en la enseñanza, había que decir al entrar a clase “ ave maría purísima” y los demás contestaban “sin pecado concebida”, cantar las canciones de los sublevados en la guerra: el cara el sol, montañas nevadas,…, usábamos plumilla y tintero, no había bolígrafo, los borrones en las tareas por exceso de tinta en la plumilla eran habituales. En la pared detrás de la mesa del maestro estaba colgado el crucifijo, el retrato del dictador Francisco Franco y la virgen María. En el año 1963 empezé a estudiar el bachillerato en Tajamar en Vallecas, del Opus Dei, entré allí a iniciativa, de un profesor de academia que tuve y de mis padres. Estuve allí estudiando el bachillerato laboral, que también se llamó técnico, teníamos clases de mecánica, electrónica, carpintería. Recuerdo que en clase de ciencias destripamos una rana viendo como le seguía latiendo el corazón. En este instituto lo pasé bien y no consiguieron que me hiciera del “Opus”. Estuve también inscrito en la OJE (Organización Juvenil Española), dependiente de la Falange española, me gustaba el espíritu de aventura que pregonaban, con muchas excursiones al campo y juegos de ping pong, futbolín,,, pero como a los 6 meses dejé de asistir al ver que había demasiadas charlas políticas adictas al régimen y pocas excursiones. Continuando con los trabajos de los veranos, estuve en: centro de estudios por correspondencia, casa de patentes y marcas, almacén de plátanos de ayudante del contable – 2 veranos-. Todo el dinero que conseguía con los trabajos lo entregaba a mis padres, que me daban algo para mis gastos (ir al cine con los amigos, comprarme un helado, comprar algo para jugar una peonza, unas bolas, cromos,…). Como era la alimentación en casa, a base de guisados de judías, lentejas, garbanzos con poca carne, cuando había sardinas tocábamos a sardina para dos; no se tiraba nada los garbanzos cocidos que sobraban se hacían fritos al día siguiente, el pan duro se usaba para hacer migas. Mi madre en la frutería compraba la fruta muy madura con parte estropeada, se quitaba lo estropeado y el resto estaba rico. Mi madre era muy trabajadora, llegaba a casa cansada con las grandes bolsas de comida, que tenía que subir por las escaleras al tercer piso, no había ascensor ni carritos de la compra, fregaba la casa con bayeta de rodillas, no había fregona, se pasaba mucho tiempo cocinando. El piso que teníamos era pequeño, de 2 habitaciones, salón, baño y cocina, dormíamos 2 en cada cama y usábamos el salón como dormitorio. En el salón se habilitaban por la noche dos dormitorios separados por una cortina, ya que en ocasiones acogíamos a familiares del pueblo que venían a Madrid a temporadas o mientras encontraban o ganaban para irse a otro sitio. Lo bueno de todo esto es que había mucha relación lo cual era enriquecedor, aunque también había algún pequeño conflicto. En el año 1970 estaba cursando el último curso de bachillerato, el 7º por ser bachillerato laboral, a la vez hice curso de informática por Promoción Profesional Obrera (PPO), aprobé todo y me puse a hacer otro curso en Estándar Eléctrica por el cual me pagaban, no como ahora, a la finalización de este curso me mandaban por toda España a revisar instalaciones de centrales telefónicas automáticas, esto ya no me gustó aunque pagaban un buen sueldo, yo quería seguir estudiando y no acepté este trabajo. En Julio de 1970 empecé a trabajar en La Seda de Barcelona, en Alcalá de Henares, como instrumentista, esta empresa química se dedicaba a fabricar hilos sintéticos con derivados del petróleo, allí estuve hasta Febrero de 1971, mientras trabajaba en esta empresa por turnos, estudiaba ingeniería informática en Madrid y a veces tenía que hacer auto stop para poder llegar a clase a tiempo, por haber perdido el tren. En 1971 entré en Iberia para reparación y montaje del servicio informático de reservas de pasajeros, mientras estudiaba informática, que terminé en el año 1978, aunque no terminé el proyecto fin de carrera hasta el año 1988, ya casado y con 2 hijos. Del dinero que ganaba entregaba una parte a mis padres hasta el año 1979, cuando me casé.
Mis 4 hermanos y todos mis ascendientes, que yo haya sabido somos nacidos en el pueblo de Peñalsordo provincia de Badajoz, en la rivera del actual embalse de la Serena. Mi padre con el sueldo de jornalero unido a una pequeña actividad agrícola y ganadera, no podía mantener a una familia de 7 personas, los abuelos tampoco podían ayudar ya que procedían también de familias numerosas, ante esta situación el año 1955 mi padre emigró a Madrid sólo y enviaba regularmente ayuda para mantener a la familia, pero pasado poco más de un año mi padre planteó a mi madre que debía unirse a él toda la familia, para estar todos juntos en Madrid, el intuía que todos íbamos a tener mejor futuro en Madrid, así es que en el Otoño de 1956 fuimos toda la familia a Madrid, yo tenía 6 años. Llegamos al barrio de Vallecas, donde nos asentamos junto a otros emigrantes muchos de ellos extremeños como mi familia, pasamos 2 años duros viviendo en una infravivienda, mis padres vieron futuro en Madrid, vendieron la casa del pueblo que sirvió para dar la entrada de un piso, al que nos mudamos a vivir en el año 1958. En la familia trabajaban casi todos desde pequeños, para poder salir adelante y pagar las letras del piso (la hipoteca). Yo trabajaba los veranos, con 11 años tuve mi primer “trabajo”, que era de botones en la cafetería Rato en la calle Velazquez, abría y cerraba las puertas de la cafetería y los taxis, a los clientes, mi sueldo eran las propinas de los clientes, pero yo no me sentía explotado, los compañerxs me trataban muy bien, eran muy cariñosos conmigo. En general a pesar de las penurias mi infancia fue feliz, tenía muchos amigos y jugábamos mucho en la calle, la cual estaba llena de barro, recuerdo los juegos del escondite, churro media manga y manga entera, la peonza, las bolas, las chapas, la lima, el pasacalles,… Recuerdo las clases en el colegio nacional, con la mayoría de maestros muy involucrados a en la enseñanza, había que decir al entrar a clase “ ave maría purísima” y los demás contestaban “sin pecado concebida”, cantar las canciones de los sublevados en la guerra: el cara el sol, montañas nevadas,…, usábamos plumilla y tintero, no había bolígrafo, los borrones en las tareas por exceso de tinta en la plumilla eran habituales. En la pared detrás de la mesa del maestro estaba colgado el crucifijo, el retrato del dictador Francisco Franco y la virgen María. En el año 1963 empezé a estudiar el bachillerato en Tajamar en Vallecas, del Opus Dei, entré allí a iniciativa, de un profesor de academia que tuve y de mis padres. Estuve allí estudiando el bachillerato laboral, que también se llamó técnico, teníamos clases de mecánica, electrónica, carpintería. Recuerdo que en clase de ciencias destripamos una rana viendo como le seguía latiendo el corazón. En este instituto lo pasé bien y no consiguieron que me hiciera del “Opus”. Estuve también inscrito en la OJE (Organización Juvenil Española), dependiente de la Falange española, me gustaba el espíritu de aventura que pregonaban, con muchas excursiones al campo y juegos de ping pong, futbolín,,, pero como a los 6 meses dejé de asistir al ver que había demasiadas charlas políticas adictas al régimen y pocas excursiones. Continuando con los trabajos de los veranos, estuve en: centro de estudios por correspondencia, casa de patentes y marcas, almacén de plátanos de ayudante del contable – 2 veranos-. Todo el dinero que conseguía con los trabajos lo entregaba a mis padres, que me daban algo para mis gastos (ir al cine con los amigos, comprarme un helado, comprar algo para jugar una peonza, unas bolas, cromos,…). Como era la alimentación en casa, a base de guisados de judías, lentejas, garbanzos con poca carne, cuando había sardinas tocábamos a sardina para dos; no se tiraba nada los garbanzos cocidos que sobraban se hacían fritos al día siguiente, el pan duro se usaba para hacer migas. Mi madre en la frutería compraba la fruta muy madura con parte estropeada, se quitaba lo estropeado y el resto estaba rico. Mi madre era muy trabajadora, llegaba a casa cansada con las grandes bolsas de comida, que tenía que subir por las escaleras al tercer piso, no había ascensor ni carritos de la compra, fregaba la casa con bayeta de rodillas, no había fregona, se pasaba mucho tiempo cocinando. El piso que teníamos era pequeño, de 2 habitaciones, salón, baño y cocina, dormíamos 2 en cada cama y usábamos el salón como dormitorio. En el salón se habilitaban por la noche dos dormitorios separados por una cortina, ya que en ocasiones acogíamos a familiares del pueblo que venían a Madrid a temporadas o mientras encontraban o ganaban para irse a otro sitio. Lo bueno de todo esto es que había mucha relación lo cual era enriquecedor, aunque también había algún pequeño conflicto. En el año 1970 estaba cursando el último curso de bachillerato, el 7º por ser bachillerato laboral, a la vez hice curso de informática por Promoción Profesional Obrera (PPO), aprobé todo y me puse a hacer otro curso en Estándar Eléctrica por el cual me pagaban, no como ahora, a la finalización de este curso me mandaban por toda España a revisar instalaciones de centrales telefónicas automáticas, esto ya no me gustó aunque pagaban un buen sueldo, yo quería seguir estudiando y no acepté este trabajo. En Julio de 1970 empecé a trabajar en La Seda de Barcelona, en Alcalá de Henares, como instrumentista, esta empresa química se dedicaba a fabricar hilos sintéticos con derivados del petróleo, allí estuve hasta Febrero de 1971, mientras trabajaba en esta empresa por turnos, estudiaba ingeniería informática en Madrid y a veces tenía que hacer auto stop para poder llegar a clase a tiempo, por haber perdido el tren. En 1971 entré en Iberia para reparación y montaje del servicio informático de reservas de pasajeros, mientras estudiaba informática, que terminé en el año 1978, aunque no terminé el proyecto fin de carrera hasta el año 1988, ya casado y con 2 hijos. Del dinero que ganaba entregaba una parte a mis padres hasta el año 1979, cuando me casé.
martes, 3 de mayo de 2016
Nuestras primeras habas
miércoles, 2 de marzo de 2016
Extracción del aceite esencial de la naranja
Hoy hemos extraído el aceite esencial de la naranja, lo hemos hecho por arrastre de vapor con un alambique (aparato utilizado para la destilación mediante evaporación por calentamiento y posterior condensación por enfriamiento) . De la naranja, no solamente se aprovechan los jugos alimenticios, sino que de la cáscara de la naranja se pueden obtener aceites que se utilizan como aromatizantes en diferentes industrias. Su aceite esencial es uno de los ingredientes básicos en las industrias de perfumería, alimentos, agronómica y farmacéutica. (DÍAZ, 2002). El limoneno es el componente mayoritario de los aceites extraídos de la corteza de los cítricos.
Os dejamos con Rafa Popescu que nos explicará todo el proceso.
Ramón ha acercado una cáscara al fuego para demostrarnos que arde y esto es por el limoneno , un aceite que contiene fundamentalmente carbono e hidrógeno.
¡Esperamos que os haya gustado¡
Os dejamos con Rafa Popescu que nos explicará todo el proceso.
Ramón ha acercado una cáscara al fuego para demostrarnos que arde y esto es por el limoneno , un aceite que contiene fundamentalmente carbono e hidrógeno.
¡Esperamos que os haya gustado¡
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