Se acerca el fin de curso, empiezan las preocupaciones, por
si aprobaremos o no o si vamos aprendiendo las explicaciones de nuestros profes.
Está en vuestras manos, darle un empujón
final al curso y aprender, que lo necesitáis para
el futuro, que sin una adecuada formación se presenta muy incierto.
La labor de aprendizaje no es bueno hacerla sólo la víspera
de los exámenes estudiando a marchas forzadas, esto no suele dar los resultados
esperados. Es mejor aprender las lecciones día a día con un poco de estudio,
que nos dejará también mucho tiempo libre.
Pero bueno os cuento lo que yo procuraba hacer, era difícil,
me costaba trabajo, pero las tareas difíciles y trabajosas son las que dan
mayor satisfacción, los que hacéis deporte lo sabréis cuando hacéis un gran
esfuerzo y ganáis el partido os quedáis grandemente satisfechos y lo contáis
con alegría en casa y a los amigos.
Primero día a día tomaba apuntes en las clases, marcaba en
los textos las frases y fórmulas de
mayor interés. Hacía esquemas de lo que iba aprendiendo. Procuraba estudiar regularmente en ambiente silencioso y con
silla lo más cómoda posible. En casa me
resultaba más difícil, por lo que procuraba ir a la biblioteca, aunque también
a veces iba a casa de algún compañero, la mía durante el día era ruidosa,
éramos 5 hermanos y el piso era pequeño. Tomaba descansillos de unos 5 minutos
cada hora. Siempre estudiaba con papel y bolígrafo, leía, asimilaba lo
estudiado y lo escribía una y otra vez para comprobar que realmente lo había
aprendido. En clase había compañeros que aprendían mejor unas materias que
otros y estos pasaban sus apuntes a los
demás.
En la época de exámenes en casa me levantaba temprano, en
los días que no había clase, como a las 6:30h. toda la casa estaba en silencio,
la familia estaba dormidita y no distraía. Estas horas se aprovechaban como el
doble que otras. Repasaba primero el esquema general de lo que me iba a
examinar y poco a poco iba descendiendo hasta el detalle.
Dentro de todo este estupendo oficio de aprender, también
tenía tiempo para los fines de semana salir con los amigos, a dar una vuelta,
casi nunca faltaba a estas citas de asueto.
De aquí a fin de curso todavía os queda tiempo para apretar
el paso, aprovechar algunas horitas en la
semana santa, hacer el sprint final más corto y sentar las bases para tener un
verano sin agobios, ni asignaturas pendientes.
EL CURSO ES VUESTRO, ¡ÁNIMO!
Julián